Una señora australiana decidió divorciarse cuando su marido le
exigió que eligiera entre él y su cocodrilo. No quiso desprenderse del
reptil (refiriéndonos al cocodrilo, no al marido) porque "es como un
hijo" para ella.
Vicki Lowing, de 52, crió a su amado cocodrilo durante trece años. Lo
pasea alrededor de la casa y hasta lo deja dormir en la cama de su hijo
Andrew. ¡Mientras Andrew está acostado! La mujer, enfermera en
Melbourne, adoptó al animal cuando apareció en la entrada de su casa en
1996. Su marido Greg le pidió que se desprendiera del animal pero ella
no accedió, así que se divorciaron.
"Ni bien empecé a cuidar a Johnie (así se llama la bestia), Greg y yo
empezamos a tener problemas. No hacíamos más que pelear". Vicki crió
juntos a Andrew y a Johnie que es sólo 18 meses menor que su hermano
humano.
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